El Dr. Marcus Sobarzo, quien se encuentra en su segundo periodo como Director, nos cuenta de sus años en la UdeC y analiza los próximos desafíos para el Departamento de Oceanografía.

Los viajes a la costa los fines de semana era un panorama que se repetía en la mayoría de las familias penquistas. Ramuntcho y la desembocadura del río BioBio era el destino de la familia del Dr. Marcus Sobarzo. Su padre era un trabajador de la siderúrgica de Huachipato, empresa chorera ubicada en zona costera costera, a quien le gustaba pescar en río y mar junto a sus hijos e hija. Su madre era modista y desarrolló el rol de dueña de casa educando a sus 4 hijos, el menor de ellos Marcus, quien desde su niñez interiorizó su cercanía con la naturaleza y con el mar.

La enseñanza básica la vivió como cualquier otro niño, en un colegio que por estos días ya no existe en el lugar que él recuerda. Luego en la enseñanza media cursó en el emblemático Liceo Enrique Molina Garmendia, donde tenía muy buenos profesores, pudiendo junto con la mayoría de sus compañeros, ingresar a la Universidad. El mayor de sus hermanos es ingeniero mecánico, su hermana paramédico y el otro psiquiatra, pero Marcus por su experiencia familiar, tuvo interés en buscar una carrera más ligada a la naturaleza que asociadas al área de la salud.

 

Con un buen puntaje ingresó a la carrera de Biología Marina en la misma UdeC, cuando egresó uno de sus primeros trabajos fue en un centro de cultivo de ostras en el sector Cerro Verde en Penco el año 90. En ese tiempo se estaba iniciando el Centro de Ciencias Ambientales EULA-Chile en la Universidad de Concepción, donde existía mucha colaboración internacional para la gestión de las líneas de investigación del centro. Fue así como su profesor guía, Dr. Dagoberto Arcos, jefe de la línea de oceanografía física, lo insertó como técnico del proyecto. En este contexto inició su relación contractual con la UdeC el año 1991.

El Centro EULA estaba dedicado a los temas medioambientales y a Marcus le interesaba la parte costera, por lo que pasó 12 años de su carrera profesional en el centro, primero como técnico y luego como profesional, dedicado a la oceanografía costera, especialmente en el golfo de Arauco. “Con el tiempo me di cuenta que me gustaba la investigación y la docencia, así que empecé a ver qué opciones tenía. Mientras trabajaba en el EULA ingresé al Magíster en Oceanografía. Después de terminar este programa, el año 97, ingresé al Doctorado en Oceanografía donde se abrieron opciones para salir del país a terminar mi tesis”, recuerda el Dr. Sobarzo quien en 1998, gracias a una beca Presidente de la República se fue, junto a su familia, a Suecia a terminar sus estudios doctorales en el Earth Science Centre de la Universidad de Gotemburgo. Posteriormente realizó una estadía de investigación en el Department of Physical Oceanography (Woods Hole Oceanographic Institution, USA), gracias a un convenio de colaboración de la Fundación Andes con dicha institución.

A su regreso tuvo la opción de postular a un cargo en el actual Departamento de Oceanografía donde ingresó como profesor asistente en 2003, pasando por todos los niveles hasta llegar a ser profesor titular (2013). Comenzó como secretario del postgrado y luego jefe del programa de Doctorado. Desde el 2011 al 2013 fue su primer periodo como Director del DOCE, desde 2013 hasta el 2016 ejerció como Decano de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas. “Del 2019 hasta este año soy nuevamente Director del Departamento, es mi segundo periodo y me ha tocado vivir de todo, cosas complejas, tiempos muy agradables y, por supuesto, enfrentar la pandemia” señala el Dr. Sobarzo.

Desde que comenzó la pandemia ha realizado todo vía teletrabajo, con visitas esporádicas al campus UdeC y a la estación de Biología Marina en Dichato. “Este tiempo ha tenido cosas buenas, entre ellas, fue muy grato perder la rutina de estar una hora arriba del auto todos los días, pero por agosto o septiembre comencé con un problema a la columna al no regular el tiempo que pasaba frente al computador ” menciona el Dr. Sobarzo, quien además, es investigador asociado del Centro INCAR en la la línea de sustentabilidad ambiental.

El pasado 20 de mayo se celebró el Día del Trabajador Universitario donde se reconocieron los 30 años de servicio de Marcus Sobarzo a la Universidad de Concepción los cuales fueron primero desde el Centro EULA y ahora desde el Departamento de Oceanografía. ”No sólo yo he cumplido 30 años, si no que todo el DOCE ha ido entrando en años… Este año se jubilaron varios colegas y, además, los centros de excelencia en investigación del océano que alberga el DOCE (Instituto Milenio de Oceanografía, Centro FONDAP INCAR y Centro Basal COPAS Sur Austral) han entrado en sus años finales de funcionamiento. Estamos, por tanto, en un tiempo muy especial de renovación de líneas de investigación y preparación de nuevos proyectos. A fines del año pasado se iniciaron reuniones con Rectoría para enfrentar de la mejor manera este cambio generacional en nuestro Departamento” señala el Dr. Sobarzo.

Este 2021 el mismo Departamento de Oceanografía cumple 50 años. Su trabajo ha tenido repercusión nacional e internacional consiguiendo importantes logros para las ciencias del mar en la Universidad de Concepción, tales como lugares destacados en el Ranking Shangai de los años 2019 y 2020. El objetivo es mantener altos estándares de calidad y eficiencia durante los próximos años, promover las reestructuraciones que sean necesarias y asegurar un cambio apropiado de investigadoras e investigadores. Elaborado por la administración pasada de la Dra. Carmen Morales, quien se jubiló en marzo de este año, el DOCE cuenta con un plan de desarrollo en vías de aprobación que considera la creación de al menos dos departamentos, uno en el ámbito de la biología y biotecnología marina y otro en el ámbito de la oceanografía. “Actualmente el DOCE cubre ámbitos de investigación ligados a las ciencias del mar en un amplio espectro, desde la genómica, biología molecular, biodiversidad marina, microorganismos, etc., hasta los investigadores que trabajan en oceanografía física, cambio climático, circulación del océano, etc. Es por eso, que en este ambiente tan diverso, la idea es generar un grupo en el ámbito de los procesos oceanográficos y otro grupo en el ámbito de la biología y biotecnología marina, pesquerías y biodiversidad marina”, señala el actual Director que finaliza su periodo en octubre de este año.

Una de las características que tiene el DOCE es que ha sido muy exitoso en los programas de postgrado, en publicaciones científicas, proyectos de investigación y creación de centros de excelencia. “No hay otro Departamento de la Universidad que tenga alojado todos los Centros de Excelencia que alberga el DOCE. Sin embargo, en otros ámbitos tales como la enseñanza de pregrado, nuestro Departamento tiene mucho camino por recorrer. Comparativamente, nuestras carreras son de pocos alumnos y por lo mismo hay que evaluar la manera de tener un pregrado más robusto. Esto pasa por la revisión de las mallas actuales de nuestras dos carreras (Biología Marina e Ingeniería en Biotecnología Marina y Acuicultura), la eventual creación de una nueva carrera y/o el aumento de cupos en las actuales y la articulación de éstas con el postgrado. Esto no está completamente resuelto y debe constituirse en una prioridad”, señala el director del Departamento de Oceanografía.

Según el Dr. Sobarzo “La investigación en ciencias del mar ha crecido mucho en los últimos 10 a 20 años. El conocimiento de nuevos procesos oceanográficos, acuicultura y pesquerías, genómica, microbiología marina, entre otros, la relación que tiene el océano con las fuentes productoras de alimento para la humanidad, el rol que desempeña el océano en procesos que nos afectan de forma directa se ha incrementado notablemente”. Esto señala el gran aporte que ha desempeñado el Departamento de Oceanografía y que se ve reflejado en la generación de capital humano, tales como profesionales y doctores, que en estos momentos están trabajando en sus propias líneas de investigación dentro y fuera de la UdeC contribuyendo a aumentar la masa crítica en ciencias del mar que nuestro país necesita.

El manejo de las políticas públicas lamentablemente no dependen sólo de los académicos o expertos en la materia, si no que hay todo un tema político-cultural sobre cómo se toman las decisiones en relación con el océano. Actualmente existen organismos gubernamentales y organizaciones involucradas en la zona costera que, no siempre, tienen una visión integrada de toda la problemática actual en el océano costero chileno. “Hay varias preguntas que en estos momentos están siendo investigadas, cómo por ejemplo ¿cuántos emisarios submarinos puede soportar nuestras bahías?, ¿es apropiada la existencia de zonas de sacrificio?, ¿ha aumentado o disminuido el tema de la contaminación de las bahías?, ¿se puede asociar los fenómenos de varazones de organismos marinos a los temas ambientales o son problemas naturales que ocurren en el océano?…. Nosotros trabajamos en el primer eslabón relacionado con el aporte de conocimiento. Pero pasar de la investigación a las políticas apropiadas para hacer de nuestras cosas sitios sustentables desde el punto de vista ambiental requiere de una institucionalidad apropiada” señala el Dr. Sobarzo quien menciona que no siempre el problema es la obtención de conocimiento, sino como este es utilizado para decisiones que vayan en beneficio de todo el país.

Desde su punto de vista señala que el conocimiento científico nos ayudará en la toma de decisiones en temas de políticas públicas en zonas costeras: “Si hay buena información física, biológica y química de las aguas costeras validada, se podría sustentar, por ejemplo, que determinadas zonas costeras, debido a su condición geomorfológica, ubicación, exposición al viento y masas de agua, etc., deberían ser resguardados como santuarios de la naturaleza. Si hay información de que esas son áreas de importante productividad biológica entonces se deben tomar las decisiones para proteger esos lugares que sirvan como fuentes de renovación de la biodiversidad en medio de zonas costeras a veces tan devastadas”. Frente a esto el Dr. Sobarzo menciona que se debería cambiar la mirada exclusivamente extractivista de algunas grandes empresas o del propio Estado. Si no hay un nuevo enfoque, en un futuro cercano será más difícil recuperar y hacer las paces con la naturaleza y el océano que no solo baña nuestras costas, sino también, nos proporciona gran parte de oxígeno que respiramos, entre otros aspectos fundamentales para la vida humana.


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