Modelo desarrollado impacta la toma de decisiones de manera oportuna por parte de las autoridades ante la pandemia, junto con constituir una eficaz herramienta para prevenir la propagación del virus.

La revista especializada Science of the Total Environmentpublicó el artículo titulado The wastewater microbiome: A novel insight for COVID-19 surveillance, producto de un estudio realizado por científicos de la Universidad de Concepción, que se cuenta entre las variadas iniciativas que los académicos y académicas de la casa de estudios han levantado para ir en apoyo de la comunidad y ayudar a sortear la actual crisis sanitaria por la pandemia de Covid-19.

De acuerdo a lo que explica uno de los investigadores del estudio, Dr. Cristian Gallardo-Escárate, académico del Departamento de Oceanografía, DOCE, esta iniciativa surgió en el sector público cuando las seremis de Salud (de Ñuble), Marta Bravo Salinas; y de Ciencia, Paulina Assmann Segura, «nos contactaron a raíz de una serie de estudios que se estaban realizando en otros lugares principalmente en Europa— para la detección de virus en aguas servidas, planteando la posibilidad de generar una iniciativa similar aquí en Chile. Para eso además gestionaron el apoyo del intendente de Ñuble, Martín Arrau García-Huidobro, quien a su vez gestionó el financiamiento del proyecto a través de la línea de emergencia Covid”.

Tras esto, desde la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo de la UdeC se hizo un llamado interno a académicos y académicas de diversas unidades que pudieran tener interés en participar en este desafío y líneas de investigación relacionadas con la problemática que se esperaba abordar. Así se sumó el Dr. Homero Urrutia Briones, investigador del Centro de Biotecnología.

“La Universidad de Concepción aceptó participar en la iniciativa planteada por la seremi Paulina Assmann, respondiendo así a su tarea de servir a la comunidad. Fue algo que implicó armar un laboratorio, incluso integrando capacidades distribuidas en diferentes centros, lo que da muestra del compromiso de la comunidad universitaria con el país para enfrentar esta situación de pandemia”, explicó la Vicerrectora de Investigación y Desarrollo UdeC, Dra. Andrea Rodríguez Tastets.

Gallardo-Escárate, también investigador y subdirector del Centro Interdisciplinario para la Investigación AcuícolaIncar, ha desarrollado una trayectoria de investigación en biología molecular y “en trabajo con material genético de distintos tipos de organismos, entonces, se nos solicitó desarrollar los procedimientos analíticos que permitan la detección de partículas virales en el agua”.

Rol gubernamental y resultados

Las autoridades de gobierno, además, colaboraron en la definición de las zonas geográficas en las cuales que se realizaría el estudio, priorizando, por ejemplo, aquellas con alta concentración poblacional o con importante presencia de personas pertenecientes a grupos de riesgo.

La seremi de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Macro Zona Centro-Sur, Dra. Paulina Assmann Segura, señaló que “desde un inicio identificamos que la vinculación de la academia y el rol que la ciencia estaba cumpliendo en el desarrollo de la pandemia, podía rendir frutos para buscar o pensar nuevas estrategias y técnicas que ayuden a convivir con el virus del SARS CoV2”.

Assmann detalla que “como articuladores de estos mundos, lo público y lo privado, creemos que podemos aportar con evidencia científica robusta y suficiente para la toma de decisiones de nuestras autoridades regionales, como ha sido el caso de Chillán”.

Algunos de los resultados más relevantes del estudio hasta el momento —y de los cuales da cuenta al artículo publicado— son, en primer lugar, que “el proyecto logró detectar la carga del virus en el agua, y esto ha ayudado a generar algunas medidas que apoyan la estrategia TTA (testeo-trazabilidad-aislamiento) del gobierno, ayudando a mejorarla, ya que ha permitido la búsqueda de casos activos en ciertas zonas en donde el agua servida mostraba test positivo para el virus. Esto ha servido a las autoridades para dirigir mejor sus esfuerzos y evitar la existencia de brotes o al menos a detectarlos tempranamente”, indicó Gallardo-Escárate.

En opinión de la seremi Assmann, esta información “nos permitió en conjunto con la Seremi de Salud crear una estrategia de alerta temprana para establecer sistemas de búsqueda activa de eventuales infectados, aislarlos y evitar la creación de focos infecciosos de Covid, como los que vimos al inicio de la pandemia en nuestro país”.

Además, la autoridad afirmó que “el valor agregado de realizar este trabajo con un laboratorio universitario es que nos ha permitido saber más de la salud de la población, como ejemplifica el reciente paper publicado por el Dr. Gallardo y el descubrimiento de bacterias en aguas servidas asociadas a factores de riesgo de Covid-19”.

Lo que viene

En cuanto a nuevas líneas de investigación que podrían abrirse a partir de los resultados de este estudio, Gallardo-Escárate explica que en paralelo han estado investigando “cómo cambian las bacterias que están en las aguas servidas ante la presencia de Covid. Esto, en particular, porque el aumento de virus en las heces de pacientes que son Covid positivos, ya sea sintomáticos o no, también generan cambios en el microbioma intestinal, entonces, la idea es saber si estos cambios podían ser detectados también en el agua servida”.

El objetivo de este nuevo estudio es “ayudar a generar indicadores de tipo microbiológicos que permitan a la autoridad dirigir los esfuerzos de la estrategia TTA, ya que actualmente se hacen a nivel nacional entre 25 mil a 30 mil test PCR diarios, y si multiplicamos eso por un año más de pandemia, el costo que esto generaría sería demasiado alto y no se puede sustentar en el tiempo. Entonces, la idea es poder ir reemplazando esto con estas nuevas técnicas que puedan ayudar a generar indicadores que permitan tomar decisiones en el ámbito de salud pública” enfatizó el investigador.

Con respecto a estas proyecciones, la seremi Assmann enfatiza que “existen registros en el mundo de que el monitoreo y análisis de aguas servidas ayuda a múltiples detecciones de enfermedades e inclusive cargas virales, por lo que hoy buscamos junto al intendente de Ñuble, Martín Arrau; y a mi par de Salud, Marta Bravo, la fórmula correcta que nos permita continuar con esta práctica que ayudó muchísimo a las autoridades para conducir la pandemia, colocar alertas en momentos oportunos y de esta forma resguardar correctamente la salud de la ciudadanía”, concluye.


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