Ambbar Aballay González, jefa del Laboratorio de Biotoxinas UdeC, obtuvo una beca para mejorar sus habilidades en el análisis de productos químicos controladas por la Convención sobre Armas Químicas.
La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) impartió un curso en línea a químicos analíticos de América Latina y el Caribe con el objetivo de mejorar sus habilidades en el análisis de productos químicos controlados por la Convención sobre Armas Químicas (CAQ), instancia en la que participó Ambbar Aballay González, Ingeniera en Biotecnología Marina y Acuicultura, Magíster en Bioquímica y Bioinformática y actualmente Jefa del Laboratorio de Biotoxinas UdeC (LTBx-UdeC).
Las toxinas son sustancias químicas tóxicas producidas por organismos vivos, consideradas armas químicas como biológicas, cuando se utilizan en incumplimiento de la Convención, por lo que el desarrollo, producción y almacenamiento de toxinas con fines de guerra están prohibidos por la CAQ. Es por eso que la capacitación no solo brinda a los analistas el conocimiento sobre metodologías de análisis químico de vanguardia, si no que es fundamental para promover el uso de la química con fines pacíficos y autorizados.
El Laboratorio de Biotoxinas UdeC es el primer laboratorio de detección de toxinas marinas de la región del Bio Bio y durante su primer año de funcionamiento obtuvo acreditación ISO 17025, otorgada por The International Accreditation Service (IAS) para laboratorios de ensayo con metodologías oficiales, lo cual permite que instituciones públicas o privadas accedan a este servicio confiados con los resultados obtenidos.
La Dirección General de Movilización Nacional (DGMN), organismo dependiente del Ministerio de Defensa Nacional, fue designada Autoridad Nacional de Chile para la Convención de Armas Químicas (CAQ) y es el organismo de contacto permanente con la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ).
Desde la DGMN se reunieron con la Dra. Allisson Astuya, Directora del LBTx-UdeC y académica del Departamento de Oceanografía de la Universidad de Concepción, destacando que “cumplen con los protocolos de biocontención muy estrictos, y un exhaustivo resguardo de las materias primas con las que trabajan, desactivando la toxina antes de su eliminación sumergiéndola en una solución de hipoclorito de 15 mg/L de pH sobre 8”, la cual posteriormente se entrega a MATPEL, organismo de la Universidad de Concepción que se ocupa de su disposición final.
El LBTx-UdeC cuenta además con la colaboración de instituciones públicas como el Ministerio de Salud, Instituto de Salud Pública, Seremi Salud del Biobío y el Instituto de Fomento Pesquero y apuesta por la innovación tecnológica con el desarrollo y validación de nuevas metodologías de análisis que permitan entregar un servicio de excelencia y anteponiéndose a las situaciones de riesgo en la salud humana.