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Dra. Andrea Varela Nayar formará parte del cuerpo académico para implementar línea de conservación genética de especies marinas.
La Dra. Andrea Varela Nayar, académica del Departamento de Oceanografía de la Universidad de Concepción es bióloga marina egresada de la Universidad Católica del Norte, Magíster en Ciencias del Mar de la misma Universidad y Doctora en Ciencias mención Conservación Biológica de la Victoria University of Wellington, Nueva Zelanda.
Comenzó sus actividades lectivas a partir de marzo en el Departamento de Oceanografía para aportar desde la línea de conservación genética de aves marinas. Además, su interés es colaborar con otros académicos del DOCE en temáticas de conservación genética y manejo de otros organismos marinos lo que permitirá proponer nuevos temas de investigación para estudiantes de pregrado y postgrado.
Sobre sus áreas de investigación
Desde el pregrado y durante sus estudios de magíster manifestó interés por la conservación, adquiriendo conocimientos sobre el uso de marcadores moleculares para determinar niveles de diversidad y conectividad genética de poblaciones de animales marinos. Posteriormente sus estudios de doctorado estuvieron enfocados en determinar la estructura genética del pez de profundidad orange roughy, Hoplostethus atlanticus, para proveer información relevante para planes de manejo de esta especie de importancia comercial.
“Mi supervisor del doctorado, Dr. Peter Ritchie, contaba con fondos del Ministry of Fisheries de Nueva Zelanda para determinar los niveles de conectividad entre poblaciones del orange roughy en Nueva Zelanda dada la problemática de sobreexplotación que había ocurrido a nivel global” explica la investigadora. “Gracias a la colaboración del Dr. Edwin Niklitscheck de la Universidad Austral y de otros investigadores internacionales conseguí muestras congeladas de Chile, Australia y del Océano Atlántico y el estudio se extendió a todo el rango de distribución de la especie”, añade.
Desde su postdoctorado, la Dra. Varela se ha centrado en la evaluación de la potencial vulnerabilidad genética de poblaciones de aves marinas, incorporando además herramientas fisiológicas y ecológicas para complementar los estudios a nivel genético.
Es así, que actualmente se encuentra dirigiendo el proyecto FONDECYT de Iniciación en Investigación “Assessing the underlying mechanisms of endemism and population divergence in highly vagile and threatened seabirds: A comparison between two contrasting petrel species” utilizando como modelo de estudio la fardela blanca, Ardenna creatopus, especie endémica de Chile, y la fardela negra de Juan Fernandez, Pterodroma neglecta, de amplia distribución en el Océano Pacífico. La investigación, que tiene una extensión total de tres años, contempla tomar muestras de sangre de las aves en las colonias de nidificación para la extracción de ADN que permitirá obtener marcadores moleculares. Se colectarán muestras de plumas y sangre para análisis de isótopos estables y se instalarán dispositivos de geolocalización en las aves los cuales a través de un sensor que detecta de la luz solar entregará información acerca de la ubicación geográfica de las aves y con ello permitirá determinar sus rutas de migración y alimentación durante la época no reproductiva. De esta manera el estudio pretende determinar la estructura genética poblacional de ambas especies y determinar si existe segregación de las colonias durante la época no reproductiva como mecanismo de diferenciación entre las colonias de cada especie.
“Es relevante incluir otras técnicas que complementen los datos a nivel genético o genómico. A su vez, determinar los niveles de diversidad y flujo génico entre poblaciones es importante para estimar la potencial vulnerabilidad genética de la especie frente a impactos antropogénicos y naturales. El flujo génico es crucial para la persistencia de poblaciones amenazadas. Bajos niveles de flujo génico puede ocasionar una pérdida de diversidad genética la cual es necesaria para la adaptación y recuperación de las poblaciones”, explica la Dra. Varela.
Chile es un país a través del cual distintas aves marinas migran en búsqueda de alimento, principalmente asociado a la corriente de Humboldt, pertenece al Acuerdo sobre la Conservación de Albatros y Petreles (ACAP) al ser estas aves las más afectadas por la captura incidental en las actividades pesqueras. Además, nuestro país cuenta con la Estrategia Nacional de Conservación de Aves 2021-2030 elaborado por el Ministerio del Medioambiente.
La conservación de aves marinas es un tema relevante para la salud de los océanos y sus recursos marinos, ya que son predadores tope de la cadena trófica. De esta manera, sus poblaciones, áreas de alimentación y rutas de migración proveen información sobre el estado de los ecosistemas. Además, las aves marinas son indicadores de presencia de peces de lo cual se benefician con el conocimiento local los pescadores artesanales. Es así, como la nueva línea de investigación introducida por la Dra. Varela permitirá desarrollar nuevas investigaciones relacionadas a este tema desde la Universidad de Concepción para mejorar el estado de conservación de la avifauna del país.