• Dr. Eduardo Hernández Miranda, Biólogo Marino egresado de la UdeC, formará parte del cuerpo académico para docencia en pre y postgrado, continuando con las líneas de investigación desarrolladas en los proyectos PIMEX UdeC y en el Centro INCAR.

 

El Dr. Eduardo Hernández Miranda, académico del Departamento de Oceanografía de la Universidad de Concepción, es Biólogo Marino de la Generación 1992. Al finalizar el pregrado, realizó un postítulo en Contaminación Ambiental en la Universidad de Chile, trabajó dos años como Técnico de Laboratorio en el Departamento de Ecología en la Pontificia Universidad Católica de Chile, para luego ingresar al Doctorado en Ciencias Biológicas con mención en Ecología de la misma Casa de Estudios. Su tesis doctoral estuvo dirigida al estudio de la dinámica poblacional de peces intermareales, entre ellos Scartichthys viridis, la borrachilla, utilizando herramientas de marcaje y recaptura, marcadores naturales en los otolitos de reclutas y la distribución de sus estadíos larvales. Mediante PITTAG, un tipo de chip que se inserta bajo la piel de los peces, identificó y siguió individualmente en el tiempo el desarrollo de centenares de peces reclutas habitantes de pozas intermareales de Chile central, en los mismos lugares, para finalmente realizar una modelación de su dinámica poblacional basada en su sobrevivencia y reclutamiento.

 

“Con este estudio buscábamos determinar la sobrevivencia y el reclutamiento de algunas especies de peces en la zona intermareal. Estudiamos individuos juveniles y adultos que ya habían pasado un tiempo previo en la columna de agua y habían reclutado al intermareal, pero también tomamos muestras de plancton para ver si las larvas de peces de estas especies estaban cerca de la costa o más alejadas. Nuestras zonas de muestreo fueron entre el Quisco y Las Cruces, en un área marina protegida y áreas de manejo. Para estudiar si los organismos eran capaz de dispersarse grandes distancias consideré la zona norte de Los Molles como referencia. A través de marcadores naturales en los otolitos logramos determinar que no había conectividad entre la Zona Central de Chile y al Norte de Los Molles, separadas unos 200 km”, explica el Dr. Hernández.

 

Terminando su doctorado, comenzó a trabajar en el Programa de Investigación Marina de Excelencia (PIMEX UdeC), donde desempeñó labores de investigación entre los años 2007 y 2021, desarrollando importantes avances en el conocimiento de la biodiversidad marina bentónica de la región del Biobío, ahora Ñuble-Biobío. A partir del año 2015, el Dr. Hernández fue incorporado como Investigador Asociado en el Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola (INCAR) y, posteriormente, entre los años 2021 y 2023 se desempeñó como académico en el Departamento de Ecología, Facultad de Ciencias de la UCSC realizando docencia de pre y postgrado. Su área de interés principal ha sido la ecología bentónica, estudiando estos ambientes a través de sus diferentes niveles organizacionales, desde el ecosistema, las comunidades, las poblaciones hasta el nivel de individuo y molecular. Ha desarrollado investigación en diversos ambientes bentónicos, entre ellos, submareales de fondos blandos y duros, intermareal de playas de arena y rocoso y, zonas estuarinas en diferentes áreas de Chile, bajo la teoría ecológica de las perturbaciones.

 

Recientemente, en el Centro INCAR, se ha enfocado, entre diversas temáticas de la biodiversidad, al estudio de la macrofauna bentónica de fondos blandos, donde a través del uso de bioindicadores comunitarios o índices bióticos han evaluado el “estatus ecológico” del ambiente, concentrándose en la Regiones de Ñuble-Biobío y la Patagonia norte, en áreas cercanas a centros de cultivo de salmones y mitílidos. Para esto, se obtienen muestras del fondo marino, se identifica a los organismos, se asignan a grupos ecológicos y se determina el estatus del ambiente bajo estudio. Basado en el nivel de tolerancia de los organismos a los contaminantes, como por ejemplo, la cantidad de materia orgánica de los sedimentos, se puede categorizar la calidad del ambiente según parámetros de «BUENO», «REGULAR», «MALO» o «MUY MALO», información después evaluada en el contexto de la presencia de perturbaciones de origen natural y antropogénicas.

 

“Más allá de conocer las especies que viven en un área particular, los índices bióticos nos permiten tener una idea de la condición del ambiente utilizando la biodiversidad y no sólo considerando la condición química de los sedimentos o la columna de agua. En general, la condición de un ambiente, bueno o malo, a través de las normativas, se determina de acuerdo a la condición química utilizando límites de concentración preestablecidos, pero estos, no necesariamente tienen relación con los organismos que están viviendo ahí. El incorporar a los organismos como indicadores es una forma de avanzar hacia una visión ecosistémica de evaluación y así, no sólo identificar impactos ambientales basado en la condición química y ese es el objetivo de los índices bióticos”, explica el docente.

 

La investigación que ha desarrollado durante todos estos años y la información que ha generado, ha sido utilizada para el desarrollo de diversas tesis de pregrado y postgrado, graduando a más de 20 estudiantes quienes han colaborado junto a él en sus proyectos de investigación, resultando en su mayoría en publicaciones científicas, dinámica de investigación que pretende seguir desarrollando ahora como docente del Departamento de Oceanografía UdeC.


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